Conocerse como Silencio

Conocerse como Silencio

Está claro que somos llevados por algo  que la persona no puede comprender. A cada instante hay una actualización entre el movimiento -que no soy- y esta Verticalidad, esta Inmovilidad que siempre está aquí.

El hecho de que uno se conozca a si mismo como Silencio permite  conocer muy bien la naturaleza del movimiento, de la manifestación.

La naturaleza del movimiento es hacer lo que siempre éste tiene por costumbre de hacer: moverse, pensar, decidir y todo lo que podemos poner dentro de este paquete del “yo soy consciente”. Parte de la naturaleza de este movimiento también es buscar y tener miedo a perderse. El movimiento engloba todo esto y está bien así ya que esa es su naturaleza. En cambio, la naturaleza de lo que somos verdaderamente es esta inmovilidad,  esta plenitud, esta presencia, a la que nos referimos constantemente.

Una vez que estos dos aspectos están claros deja de haber confusión. El hecho de descubrir lo que uno Es verdaderamente (es decir este Silencio) es del todo apasionante. Uno va afinando en su búsqueda con las herramientas de las que dispone, es decir con las herramientas de este movimiento y que incluyen  los propios condicionamientos. Estar claro tanto con la naturaleza de lo que uno es como con la naturaleza de lo que uno no es, es muy importante.

El hecho de reconocerse íntimamente hará que nuestros sentidos se vayan focalizando en este estado de silencio y por estar así enfocados en este gran desconocido se irá produciendo un afinamiento. Sólo así enfocados nuestros sentidos que son limitados, dejaremos de pretender conocer este Gran Misterio ilimitado a través de los mismos.

 

-Yolande Duran-

Fotografía: Cristina Rodés